La soledad se atavía de negro por noviembre para honrar a
los que no están . Y es que no es de extrañar que mientras otros adornan sus
casapuertas con calabazas y fantasmas . Nosotros , aparte de colocar en la
plaza cuatro pijotas vestidas de gitana y algún que otro cochino vestido de
chaqueta o de Cristiano Ronaldo , nos vestimos con colores oscuros como señal
de luto y duelo .
Esta tradición se sigue conservando de aquella España rural
tan conservadora , guardando el respeto por los difuntos . Y posiblemente , son
muchas las familias que se reúnen después de mucho para un añito más pasearse
por el cementerio , almorzar y aunque quede en el recuerdo aquella persona que
se fue , es más un día de alegría con la familia , que hace que se olvide por
un momento , aquel fatídico suceso.
Pero afrontar este día va ligado a nuestro estado de ánimo ,
pues no solamente tienes que tener la pérdida de un ser querido para estar algo
negativo en este mes , sino porque vemos que es el comienzo del fin . El final
de un año y miramos atrás y no vemos que nuestros propósitos se han cumplido y
pensamos….¿ estábamos así cuando vine a visitar este cementerio? , mientras que estaba almorzando… ¿ puede ser
que me falte algo más que una persona? ¿ dinero? ¿ amor? ¿ qué más cosas se quedaron en el camino?
Es curioso que el recuerdo de alguien que no está , es lo
que te hace olvidar algo que necesitas recordar …
No diré que sea una tradición retrograda ni anticuada, y
cada uno rinde culto a sus difuntos como quiere …. Pero quizás , la manera más
especial de recordar la memoria de esos
seres , sea escuchar las coplas que lo hicieron inmortal en tu corazón .
Rezarle a la imagen que se preocupaba de que nunca faltara en tu casa , o
visitar sus lugares preferidos para que no desaparezca la huella que dejaron en
vida…..