martes, 19 de agosto de 2014

Con la ilusión de un niño

Cuando era pequeño, y siempre con la compañía de mi padre, en los momentos de ver carnaval, de oír algún que otro ensayo  o de ir de tablao en tablao, siempre veía a aquellos carnavaleros que ponían su arte y su magia interpretando las coplas que defendían en aquellos lugares. Sus disfraces, sus voces y su manera de encandilar al respetable que se congregaban era para mí una ilusión que desde mi más tierna infancia, me hubiera gustado realizar.
Con esa temprana edad, uno no se imagina que alguno de esos componentes seria compañero tuyo, compartiendo toda clases de anécdotas, de experiencias y de momentos que les da una gran calidad humana lejos de aquellos escenarios. Compañeros que incluso los ves desde una modalidad o agrupación distinta y entre admiración y envidia, quieres ser como ellos, porque de ellos nace el auténtico carnaval.
Muchos de ellos, han ido pasando por mi escueto curriculum carnavalesco y forjando una grandísima amistad de la que estaré completamente orgulloso. Muchos son los amigos que han ido creciendo y ahora son integrantes de agrupaciones de elite y que sin olvidar la responsabilidad que la misma requiere, siempre tienen un rato para una copa y charlar de lo que más nos gusta. Pero por supuesto, más que amigos que han pasado y pasaran, son auténticos maestros de la vida, que más que enseñarme de carnaval, me ensañaran (y enseñaron) a ser persona.

Cuando era pequeño y veía esas agrupaciones, nunca me imaginé que todo esto sería posible. 

martes, 5 de agosto de 2014

Vestigios del pasado

El 6 de agosto de 1945 , el presidente de los Estados Unidos Harry Truman , ordena el lanzamiento de la primera bomba atómica en la ciudad japonesa de Hiroshima . La pretensión del proyecto Manhattan no fue otra que la de acabar con la Segunda Guerra Mundial de un plumazo, aunque para ello fuera necesario diezmar la población del imperio japonés considerablemente, utilizando métodos y tácticas militares biológicas. La carrera tecnológica estadounidense demostró que militarmente son pioneros en este campo y, que para ponerle punto y final a una guerra, hay que ser superlativamente superiores. La radiación, acabó con más de un millar de niños, los cuales, pertenecían al grupo de civiles “no peligrosos”, y a pesar de ello, fueron sentenciados y condenados de por vida aquel Lunes de agosto .

Más de medio siglo hace ya de este lamentable acontecimiento  que quedara para la historia, pero que no debemos olvidar que en Gaza, las contiendas, las bombas y el destruir a cenizas una localidad, está a la orden del día. Allí, cada día mueren cientos de niños presa del pánico y de la guerra, lo mismo que hace más de 50 años aquí en Europa, Asia, o el resto del mundo. La pobreza, la desnutrición y la violencia asedian las oportunidades de vivir de los niños que en todo el mundo (incluso en España) intentan sobrevivir . 
Decía Rousseau que nosotros, somos los únicos que podemos asegurarle un futuro digno a los niños y por ello, nada mejor que seguir su ejemplo diciéndole a todo el mundo: BASTA YA.


La mano del hombre es la única que puede hacerle daño a un niño.