Y le decimos adiós al verano del doce . Un verano cargado de
música , de actos gaditanos y de acontecimientos culturales que han elevado las
arcas municipales de gran manera , siendo fructífero para la ciudad . Ya
enterramos la caballa , y a partir de aquí , nos entra los enfriamientos
propios de la llegada de septiembre , de la vuelta al cole , a la uni , al
trabajo o a los mismo ensayos , y ya creemos que va hacer fresquito por las
noches , llevamos rebequitas para los chiquillos , etc…. Aquellos que tienen
que examinarse en septiembre gastan los últimos redbull y cigarritos de cara a
los mismos , y las señoras mayores apuran los rayos del sol veraniego que
Helios les proporciona , antes de alejarse con su carro en su trayectoria por
nuestra bellísima ciudad.
Sin embargo , llevamos ya unos años en que cualquier fiesta
la asociamos al botellón. Estas se ven convertida en el ocio de la chavalería
mientras el adulto incomprensible nos mira con cara de: ¡seguid estudiando ¡ o
¡ no os queda na! O el no siempre oculto ¡si Franco viviera…!
Es normal , hemos llegado a un punto en que fiesta que hay ,
puntito que nos pillamos , ya sea en las populares barbacoas del trofeo , la
noche de San Juan , o la regata , que nos metíamos en marea llena sin entrar en
el muelle , pero canalejas estaba llena de botellas.
Bebemos casi todos los fines de semana , y en más de una
ocasión , bebemos días sueltos pero sin pasar ni siquiera los 7 días. Pero si
convertimos en una práctica habitual el emborracharse cada fin de semana ,
estamos adquiriendo un hábito que a la larga , nos repercutirá de manera seria
, provocándonos alcolismo .
Pero voy a llegar más lejos , el ejemplo de que los jóvenes
hagamos esto , lo dan los mayores . Somos esponjas humanas cuando llegan estas
fiestas , y por ejemplo , en carnaval , vemos como en festivales , en galas , etc.
, a los mismo carnavaleros los vemos borrachísimos perdidos , y no podemos
olvidar que son la imagen del carnaval , y que son muchos los ojos puestos en
estas personas para seguir su ejemplo y ser el día de mañana buenos cantantes
como ellos. Yo no engaño , yo me tomo alguna que otra copa en estos actos ,
pero siempre sin superar un tope que me establezco ( de una a dos) porque ya el
, “ yo controlo” o “ una copa más” , puede llegar a limites altísimos. Sin
embargo , volviendo al tema , intento no dar una imagen de tajarina , ya que
por mi da igual , pero hay que defender el disfraz que se lleva , y la malísima
imagen que le das a tu agrupación .
Universitarios que se pillan una cogorza los jueves , pobres
diablos que pasan por un mal rato o simplemente aficionados al cardo son los
que disfrutan del sabor de este elixir para abandonar sus penas , aunque hay
infelices que se escudan en un cubata para justificar su comportamiento
miserable , o que levantan la mano a otra persona. Incluso los conozco tan
desgraciados que necesitan embaucar a alguna dama o caballero para costearse
sus vasos de manera gratuita , patético.
Beber para olvidar es lo que a veces buscamos , y a lo mejor
, de la misma euforia , del mismo descontrol o de la reducción de las
capacidades motoras lo conseguimos . Pero no nos engañemos , beber anestesia
temporalmente nuestra realidad , pero los problemas siguen ahí , y ni la mejor
bebida de calidad puede cambiarlo….. solo nosotros mismos , plantándonos con
dos cojones ante la situación .