Solo cinco minutos más. ¿Cuantas veces escuchamos eso a lo
largo de la semana? ¿ Cuántas son las veces que vemos el reloj y nos faltan
cinco minutos para que concluya algo e intentamos que esos cinco minutos
restantes sean especiales o inolvidables?
Nuestra mente es sabia y aun así, la persona con la memoria más
débil u olvidadiza sabe que los cinco últimos minutos de algo, son los mejores,
los inolvidables. Da igual la situación en la que te encuentres , ya que los
últimos cinco minutos son los que más se aprovechan y recordaras los próximos
300 segundos no serán los mismos .
En primer lugar, cuantas veces nos ha sonado el despertador
y hemos exclamado con voz leve y agarrotada…mmm cinco minutos más! , es sencillo,
nuestro sueño termina pero no hemos sido capaces de disfrutar de esos cinco
últimos minutos, por los que nuestro subconsciente nos da una tregua temporal
para que podamos sentir esos minutos aun acostados , tapaditos y sin pensar en
nada . Es un momento tan placido que cuesta reactivar nuestro organismo. ¿
pueden negarme que esos minutos , no son placenteros? Y es mas ¿ los recuerdan
nada más levantarse? Claro que sí.
Pero tan diario y básico como dormir , esta regla la
aplicamos a lo que es las labores del ser humano como trabajar o estudiar . Cuando
estamos en el trabajo , ocho o seis horas , parece ser que de lo que más nos
acordamos son de esos ansiados cinco últimos minutos antes de abandonar nuestra
jornada laboral , en la cual , tras el trascurso de la misma , solo pensamos en
eso , los últimos minutos. Si lo
extrapolamos al ámbito estudiantil , llegamos a clase deseando marcharnos de
ella , y tal vez , cuando miramos el reloj y faltan cinco minutos para abandonar
el aula o biblioteca hacemos balance de todo lo aprendido en el día… normal , es cuando mejor se nos queda, ya que
nuestro subconsciente pasa revista a toda la sabiduría absorbida , términos
adquiridos , etc…
Cuando estamos entre amigos, con nuestra pareja o
simplemente estamos a gusto, os puedo asegurar que los últimos cinco minutos
son la sensación más placentera de una jornada cargada de sensaciones que, o no
vamos con una sonrisa , o no nos quedamos satisfechos , por eso , reflexionamos
esos últimos cinco minutos si alargarlos o , ponerlos fin , para que el día
siguiente sea más y mejor . La despedida con tu pareja es en ese corto periodo
de tiempo cuando se liberan más endorfinas y hormonas. Los últimos cinco
minutos en una disputa o en una bronca son como una decisión si de dejar las
cosas como esta y reconciliarse, o pausarlas hasta mañana.
Antes de dormir, una vez acostados y sin pensar en nada,
antes de que nuestro cuerpo entre en trance… si nuestro nivel de serotonina es alto,
recordaremos el día en esos cinco minutos… si no, desearemos que mañana sea mejor,
y que esos cinco minutos pasen volando.
Curioso lo de la regla de los cinco minutos, unos minutos
que llenan de satisfacción las necesidades básicas del ser humano de manera muy
efímera, ¿saben por qué? porque esa satisfacción en muy leve, tanto, que cuando
pasan cinco minutos, ya no nos acordamos de ella.
