Buenos días amigos. Cuando estudié RRLL tuve un profesor de Derecho
Civil que solía decir que los unos de enero eran un día que no existía en el calendario.
Somos presa de la resaca y el cansancio de toda una noche de diversiones para
comenzar el año.
Pero el primer día del año no debe por qué ser una tortura física
y mental si de verdad nos proponemos en que el 2014 va a ser grandioso y jubiloso.
Alguno puede comenzarlo trabajando, pero es algo preciso y privilegiado según se
mire. Esperando que todos los que lo habéis comenzado así, lo acabéis de igual manera.
Todo lo contrario a los que hoy están parados, que esta primera jornada de
Enero puede ser el principio del fin de la espera. Todo, es vivirlo con
optimismo y la búsqueda incesante del preciado recurso laboral.
Mientras les escribo, estoy escuchando el concierto de Viena,
todo un regalo para los sentidos. Quiero comenzar este 2014 con los compases de
Bach, Vivaldi y Strauss, y sentir que mi alma se engalana con las partituras de
estos maestros. No recibí el año nuevo en esmoquin, pero aun con el pijama y
bata puesto, uno se siente dichoso creyendo que baila el Danubio azul en un
precioso Vals, para descargar toda la adrenalina que pudo acumularse ayer. La música
invadirá el año 2014 de la mano de muchas personas que darán toda su armonía en
sus compases. Hagan como yo, esperen y recibirán
la más bella sinfonía.
Mi deseo expreso es que todas las musas concebidas a nuestra
cabeza no nos dejen de acompañar. Que las mayores creaciones nacidas de la nada
puedan manifestarse, dando lugar a un año de arte y melodía.
Disfruten de este año, y propongámonos que será maravilloso.