martes, 26 de noviembre de 2013

Suspiro

Rondos venecianos cubiertos de máscaras, canales por calles y góndolas sus carrozas del amor. Republica bella italiana…. Así es Venecia. Un arsenal que crea la ilusión de los capitanes marinos y fervor a Dios rodeado de iglesias. Pero es un arco del  1600 lo que crea la mayor fantasía del romántico, el Ponte dei  Sospiri. El puente donde se crean los suspiros más eternos y verdaderos. Es sin duda el pasaje más romántico de toda esta ciudad y no es de extrañar que todas las fotos quieran ser tomadas desde sus canales y bajo esta perspectiva . Si la piedra caliza de esta maravilla hablase, contaría historias de enamorados sellando su amor cargado de ilusiones futuras. Seguramente, los gondolieris entonarían su “O sole mio” creando la más caprichosa estampa de la Serenísima. Incluso, escenas de recogimiento y respeto, de fantasías creativas y momentos para el recuerdo. Pura magia para el viajero.
El mar mediterráneo se ve deslumbrada por los brillantes destellos de los caballos dorados que presiden la basílica de San Marcos… una catedral mirando al mar junto al puente suspendido sobre el canal…
Y es que Cádiz… es la bella del occidente. Es la tierra prometida del coplero y la peregrinación del creyente. Es la roca ostionería protectora de la ciudad y sus calles atraen el romance del XVII con el crisol de culturas que quisieron dejar su huella aquí. No tiene caballos dorados, pero si una catedral que besa el mar y las mantiene serena ante los temporales. Sus astilleros dan el pan al gaditano que tanta falta nos hace, y aun así, pasando tantas penurias, siempre tenemos ganas de entonar alguna coplilla de la tierra. Tendremos un puente, sí. Uno que recogerá los suspiros de todo aquel que mire a las nubes. Se llevara las cartas de amor del enamorado y las ideas del estudiante para que se hagan realidad.

Pero no puedo engañarles, el puente de los suspiros veneciano no es una fábula romántica, es un puente que une el palacio Ducal con la prisión de la inquisición , y todos los que pasaban por allí suspiraban por que no verían más el cielo ni el mar…gozaban de esa gran vista , para despedirse… y para eso se está construyendo este puente de La Pepa… para disfrutar de este cielo , para caminar sobre mar , pero también será.. Para no volver a verte Cádiz hasta que la condena de esta nueva inquisición a la que estamos sometidos, nos deje volver a entrar.