sábado, 30 de noviembre de 2013

Homo homini lupus

Fue por la mañana cuando ella buscó una gorra, una camiseta y unos pantalones vaqueros. No quiso maquillarse, ya que el fin de ese día no sería verse guapa, sino que su voz se escuchase por todos los rincones. Quedó con varios amigos como ella, y quisieron reunirse para aquel evento que días antes por el Facebook lo habían hablado. De nuevo, lucirían con orgullo aquellas fotos atroces de toros ensangrentados y gente de chaqueta y puro disfrutando de la tortura animal. Carol, desayunó con enrome celeridad, más que nada, porque ya la estaban esperando en una céntrica plaza para reunirse con los demás manifestantes.
Tras casi un trayecto de más de 20 minutos corriendo a pleno pulmón, allí estaban ellos. Una modesta pero efectiva movilización donde su mensaje era claro, dejen en paz a los animales, y sobre todo, a los toros para el disfrute nacional. La idea de Carol era firme, ella no podía encontrar diversión en la tortura animal. De pequeña se había criado los domingos visitando la granja de sus abuelos a las afueras de la ciudad, y disfrutaba con todo lo que la naturaleza le mostraba. Incluso, encontró gran belleza en ese animal, fuerte, robusto, imperioso, así, era el toro. Creció con perros, gatos y roedores, y los cuidaba como a sus propios hijos. Era una ofensa para la madre tierra, que un animal fuese torturado.
La manifestación solo creó miradas de curiosos e incluso la vigilancia de las fuerzas del orden, pero no estaban haciendo nada malo… solo querían que su mensaje sea escuchado por la muchedumbre.
Tal como el coordinador lo ordenó, se terminó la concentración y cada uno fue a su casa. Los chicos estaban muy cansados, y creyeron que si Carol iba sola a casa, no pasaría nada.
Carol , ya extasiada , recorrió aquellos callejones para volver a su casa , pero esa noche.. No sería igual que todas a las demás.
No había ni un alma, no se oía nada, era muy tarde. Ni siquiera de fondo podían oírse coches ni bocinas.. Parecía como si se alejase de la civilización…se equivocaba…
De repente, algo a su espalda se movió…  La chica desconcertada se acercó, pues tal vez podía ser un perro o un gato extraviado… pero como si se tratase de una embestida de un toro, un hombre encapuchado de casi dos metros la empujó hasta la otra parte de la pared, tapándole la boca para que ningún grito pudiese escaparse de la boca de Carol.
Forcejear era inútil, ya que con una mano le estaba cubriendo la cara, casi estrangulando su cuello, mientras que la otra intentaba aprisionar su torso. Carol no solo estaba aterrorizada, sino que también rezaba a lo que alguna vez conoció como Dios para que la sacara de aquel callejón…
De repente , la figura misteriosa comenzó a desgarrar la camiseta de Carol , dejando su pecho al descubierto , notando su fría mano como lo recorrían con estupor.. No podía creer que lo estaba pasando….
El agresor bajo el pantalón de la chica…. Se sentía poderoso, se sentía dominante, tenía la vida de la chica en la palma de su mano…
Carol cerró los ojos…..esperando que esta pesadilla pasase pronto…
La chica recobró la consciencia y seguía tirada en aquel callejón... Desnuda, sola… cubierta entre un mar de lágrimas y humillada por la trasgresión a la que acababa de sufrir…
Lo que vio a lo lejos la llenó completamente de vida. Dos chicos portaban una camilla y la recogieron del frio suelo de aquel callejón… de nuevo volvió a dormir , aunque esta vez… descansaba.
Ahora, en este instante, no he dejado de soltarle la mano…. Carol está aquí, y se encuentra en estado de shock…. Pero su rostro no irradia la felicidad con la que salió de casa… sino que está sumida en un profundo sueño, en el que debía de despertar para contar lo sucedido y dar algún detalle de por qué tanto horror en su rostro. Supuse que estaría volviendo a la  granja de sus abuelos... Recuperando el amor por los animales, los que no le habían fallado.
Su médico ha dictaminado que Carol ha sido violada, la policía busca el paradero del agresor, pero saben que fue uno de los que acababan de soltar gracias a la nueva ley instaurada.
Y con esto me hace reflexionar, el hombre es el  mayor animal para cualquier hombre. ¿Por qué no conseguimos la unión para lograr que esto no suceda? ¿Quién nos asegura que la rehabilitación es un hecho para conseguir la libertad? ¿Por qué no dejamos de lado las manifestaciones de minorías para conseguir una única marea, para luchar contra la injusticia?

NOTA DEL AUTOR: al decir una manifestación antitaurina lo he dicho por la similitud de los animales y las personas. No estoy ni en contra ni a favor. Solo lo utilicé como símil.