La mente del ser humano, en diferentes momentos de su vida
puede llegar a ser muy predecible. La realidad percibidle engaña a los sentidos
y no es lo que parece. Un simple comentario,
un pusilánime mirada o un gesto ingrato pueden lograr la mayor de las equivocaciones.
Incluso, en momentos de flaqueza de nuestros sentidos,
nuestra capacidad motora de racionar se ve en evidencia, y no conocemos en
absoluto su realidad…. Tergiversando las cosas hasta el punto de llegar a hacer
mucho daño a nuestro entorno.
Nuestra imaginación crea malas pasadas, y la imagen que
podamos tener de una persona puede verse distorsionada, por no saber cómo reconocerla.
Aprende a oír.
Reflexiona las palabras antes de decirlas.
El cariño es un premio valioso.
Dale a cada persona el sitio que se merece.
A quien de verdad le interese esto, estará sin que lo sepas,
no diciéndolo, sino demostrándolo.